
Sobre mí
Me llamo Paloma. Desde el momento en que nací cada persona que he tenido el privilegio de conocer y cada circunstancia que ha acontecido en mi vida me ha ido moldeando hasta llegar aquí.
En una de esas circunstancias fui paciente oncológica. Experimenté la enfermedad en mi propia carne y los efectos secundarios devastadores de la quimio, pero también aprendí a valorar cada segundo, a aceptar y a no dejarme vencer. Hubo un antes y un después a todos los niveles.
La vida es una progresión de instantes y en cada uno de ellos tenemos la oportunidad de elegir cómo vivir el siguiente… por eso considero que es tan importante la actitud y también estar en el presente: desde él podemos siempre volver a empezar.
Mi maestro Egoitz dice a menudo: «vamos siendo»… no encuento mejor manera de expresarlo.
Como paciente, tuve una gran duda para la que entonces no encontré respuesta inmediata: “¿qué puedo comer?“
Me he formado en el área de la alimentación (Técnico Superior en Dietética) y la cocina saludable (Macrobiótica), y he ido encontrando muchas respuestas a aquella pregunta que me hice, viendo su relación directa con otros aspectos del ser humano que a menudo olvidamos por nuestra tendencia a separar las cosas.
Por supuesto, actualizar y adquirir nuevos conocimientos, así como experiencia es imprescindible, por lo que he seguido ampliando mi formación con varios cursos: «microbiota y salud», «metales pesados, tóxicos y prevención de enfermedades», «plantas medicinales», «Chi Nei Tsang» y «acupuntura».
Pero creo que para poder integrar un aprendizaje es necesaria la propia experiencia.
Sin eso, la acumulación de teoría quedaría reducida a unos cuantos títulos impresos en un pedazo de papel.
Son importantes las personas y las relaciones, que actúan muchas veces de espejos donde se reflejan los propios defectos y virtudes.
Por eso, considero que lo importante no es cómo he llegado hasta aquí, sino lo aprendido a cada paso, la huella que ha marcado en mí, que determina lo que vengo siendo ahora y desde dónde actúo.
